Gentileza Acortando Distancias Paraguay.
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“La violencia contra las mujeres con discapacidad es una preocupación constante”
“Las personas con discapacidad corren un mayor riesgo de ser violadas y forzadas a mantener relaciones sexuales”, advierte el documento “Estado de la Población Mundial 2021” del Fondo de Población de las Naciones Unidas. En esta nota, Paola Amelia Duarte, presidenta del Centro de Sordos del Paraguay, reclama justicia accesible.
Si la violencia hacia las mujeres en general ya es difícil de denunciar, atender y reparar, la violencia hacia las mujeres con algún tipo de discapacidad se vuelve más compleja aún.
A sus 38 años, Paola Amelia Duarte es activista por los derechos de las personas con discapacidad y presidenta del Centro de Sordos del Paraguay, una organización con 800 personas asociadas y con representación en la Comisión Nacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad (CONADIS) de este país. Paola reclama que las mujeres con discapacidad accedan a la atención y a la reparación cuando sufren violencia y una de sus preocupaciones principales es la erradicación de la violencia hacia las mujeres sordas:
La violencia contra las mujeres con discapacidad es una preocupación constante. Yo misma viví violencia cuando era más joven, pero ahora que estoy al frente de una organización muchas mujeres se acercan a pedirme ayuda. Todo el tiempo me piden acompañarlas a hacer denuncias. Hasta ahora, hay una gran deuda de la justicia hacia las mujeres con discapacidad, y faltan intérpretes.
Paola relató que existen numerosos casos de mujeres con discapacidad que no logran realizar la denuncia después de una situación de violencia doméstica o violencia sexual porque llegan a las comisarías y no reciben atención:
Cuando una mujer sorda sufre violencia, se le dificulta mucho al llegar a la comisaría a denunciar, porque si no hay una persona que traduce, hay una dificultad para contar lo sucedido. Muchas veces no se escriben correctamente las denuncias, justamente porque no hay intérpretes. Es por eso que es tan importante la organización.
No hay datos específicos sobre cuántas personas sordas hay en Paraguay. La Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (SENADIS) informó en el portal de información pública que en admisión registró desde enero de 2015 hasta octubre del 2020 unas 25.950 personas con discapacidad, de las cuales 130 personas están registradas con discapacidad auditiva/sordera (DAS) y 2.972 con discapacidad auditiva/hipoacusia (DAH), es decir, la población con discapacidad auditiva en total ronda el 12%. Pero SENADIS no cuenta con oficinas en todos los departamentos de Paraguay.
Se logró que en el próximo censo [se] puedan recoger los datos que nos permitirán decir cuántas personas sordas hay en el país, qué nivel de educación tienen y otros datos. Sí puedo decir que en el Centro de Sordos de Paraguay actualmente hay 800 personas asociadas, que la mayoría terminó la primaria, algunos terminaron la secundaria y hay algunos con nivel universitario. Sí puedo decir que la mayoría utiliza poco la escritura, pero los datos a nivel nacional recién [los] tendremos en 2022, explicó Paola.
Este dato sobre la educación también es importante a la hora de comprender aspectos vinculados a la autonomía, según el documento “Mi cuerpo me pertenece” recientemente publicado Fondo de Población de las Naciones Unidas, que destacó el “mayor poder de decisión vinculado a niveles de educación más altos”.
Lengua de señas, una lengua.
En el año 2020, gracias a la fuerte incidencia de las organizaciones de personas con discapacidad auditiva, se logró en Paraguay una ley que promueve la comunicación en Lengua de Señas Paraguaya. Ello implicó, entre otras cosas, un cambio de paradigma donde la lengua de señas no se considera como una cuestión negativa sino como una lengua más. Hay nueve asociaciones asociadas a la discapacidad auditiva y la más antigua, con 60 años, es el centro que lidera Paola Amelia Duarte.
“Logramos esta ley porque hemos tenido la oportunidad de que en nuestro país las organizaciones de la sociedad civil y la CONADIS estén fortalecidas y eso es en gran parte por el proyecto Bridging the GAP II (Acortando Distancias)”, explicó Paola. Bridging the GAP II es un proyecto financiado por la Unión Europea y ejecutado por la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo, AECID en Paraguay.
Paola se refirió a la Ley 6.530/20, mediante la cual el Poder Ejecutivo reconoció oficialmente a la Lengua de Señas Paraguaya (LSPy) como primera lengua de las personas con discapacidad auditiva del Paraguay, para la participación plena y efectiva en la sociedad.
Paola estudia la carrera de Relaciones Públicas y Recursos Humanos en la Universidad Metropolitana de Asunción y aseguró que “hay muchas barreras, por ejemplo, yo pago de mi salario a una persona que hace de intérprete durante las clases en línea”. También destacó que “En los últimos años, hay un fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil”, pero matizó que queda mucho por hacer:
Todavía falta mucho en educación y falta que se cumpla efectivamente la ley. Es un gran avance tener leyes que nos permitirán a las personas con discapacidad auditiva tener cada vez mejor acceso a la educación o a la información pública, como esta nueva ley que habla de que los noticieros en los canales públicos se emitan con intérpretes de lengua de señas.
A Paola le gusta la política. Cree que podría ayudar mejor a las mujeres con discapacidad desde un cargo de decisión. Por ahora, además de su trabajo como funcionaria administrativa en un Centro de Salud en un barrio de Asunción, es facilitadora judicial.